Cuando estudié las inteligencias múltiples había llegado a la conclusión que no podían desarrollarse con adultos. Pensé que un alumno universitario para poder ingresar a la universidad requería de capacidades y que esas capacidades sólo podían ser desarrolladas en la etapa inicial o a lo sumo, en el nivel medio.
Ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba y encuentro la relación que existe entre la valiosa mediación docente y la inteligencia. La teoría de Gardner puede aplicarse en la educación superior y en adultos. Con la ayuda de una buena mediación se pueden lograr objetivos de aprendizaje que creíamos imposible de alcanzar. Un alumno universitario ya no aprenderá fácilmente como lo hace un niño de o a 5 años, o hasta los 16, pero no dejará de aprender. Es por ello que la mediación entra al rescate para favorecer el desarrollo de la inteligencia en personas adultas o en niños con alguna dificultad para aprender.
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